¿Qué pasará con la economía cubana después del Covid-19?
Por: Javier Ortiz
En 2011, Cuba inició una actualización de su modelo económico, abriendo las puertas a una mayor participación de la inversión extranjera directa en el país y expandiendo el empleo en el sector privado, en especial en el llamado cuentapropismo, modalidad en que ya trabajan más de 600 mil personas, aproximadamente el 15% de la fuerza laboral.
En medio de la pandemia de COVID-19, el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel insiste en proyectar la recuperación post pandemia como parte de esa transformación. En recientes sesiones del Consejo de Ministros, propuso encontrar “cómo, de una manera más rápida, decidida, más organizada, implementamos un grupo de cuestiones que están pendientes de implementación en la Conceptualización del Modelo Económico y Social”, la guía estratégica aprobada en 2016 por el séptimo Congreso del Partido Comunista, a partir de las experiencias acumuladas en los cinco años precedentes.
El sitio web de la Presidencia cubana resumió esos elementos no puestos en marcha: el redimensionamiento del sector empresarial y privado y la adecuada relación que debe haber entre ambos. Díaz-Canel apuntó que ese vínculo muestra “buenas experiencias en estos momentos de pandemia.”
El periodista y economista cubano Ariel Terrero interpretó esas palabras como un llamado a la creatividad y la urgencia. “La recesión que llegó a Cuba con la COVID-19 ha tornado difícil el manejo de la economía, pero la coyuntura pudiera regalarse como oportunidad para apresurar cambios emprendidos sin suficiente celeridad hace casi diez años en el modelo económico y social del país.” El primer ministro cubano Manuel Marrero comentó en mayo pasado “que muchas cosas tenemos que acelerarlas, pero sin terapias de choque, ni apresuramientos, que nos conduzcan a hacerlas mal.”
En un consejo de ministros celebrado a finales de mayo, el presidente Miguel Díaz-Canel proyectó la recuperación como un pivote hacia una nueva normalidad donde se superen deficiencias del pasado. Eso ocurriría con una profundización de la actualización económica iniciada en 2011, lo que significa eliminar obstáculos y concretar cuestiones ya planteadas en políticas, pero no implementadas. “Cambiando un grupo de maneras de operar, de actuar y de dirigir, sobre todo la economía.” Además, apuntó a instituciones que no pueden seguir funcionando como lo hacen hoy en día.
La evolución del socialismo cubano tiene referentes en otras partes del mundo. Ya en diciembre de 2018, el presidente Díaz-Canel propuso “aprovechar las experiencias de otras naciones socialistas como China, Vietnam y Laos.”
Las directrices de esos cambios ya se materializan en campos como el desarrollo de las energías renovables con inversión extranjera directa, donde algunos proyectos ya tributan en beneficio del sistema electroenergético del país. Quedando claro qué actualizar y cómo, solo quedaba la incógnita del cuándo, que se despeja en un presente complicado por la pandemia de coronavirus.
Javier Ortiz es periodista y diplomático cubano
(Tomado de Ultimas Noticias)