Principios bolivarianos de Chávez, presentes en VII Cumbre AEC

Jun 01, 2016

 1 Junio 2016 08:24

Por Jorge Legañoa Alonso   

 En entrevista exclusiva con la Agencia Cubana de Noticias, el embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez Araque, señaló que toda Latinoamérica y el Caribe está de acuerdo con la integración, el detalle es con qué objetivos, “¿integrar un mercado de libre comercio como la Unión Europea?, que de libre tiene poco; o una integración basada en principios como la cooperación, la solidaridad y la complementación económica”.

No se trata de competir, sino de complementarnos, afirmó el diplomático venezolano, para quien ese tipo de mecanismo serviría para dar lo que el otro no tiene y viceversa, de manera que se establezca una compensación, buscar ventajas mutuas, “ganar-ganar”, no en el sentido capitalista, sino solidario de cooperación.

Destacó que bajo esos principios surgió Petrocaribe, un proyecto que llevó adelante el presidente Chávez y que no fue otra cosa que concretar una doctrina bolivariana para aliviar la penuria que representaba para un país del Caribe pagar la factura petrolera con las mismas condiciones del mercado financiero internacional.

En sus primeros 10 años Petrocaribe no solo suministró petróleo, también desarrolló iniciativas para mejorar la calidad de vida de Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam y Venezuela.

Alí Rodríguez recordó el común origen histórico de los pueblos de América Latina y el Caribe,  “compartimos una misma cultura y los rasgos característicos de una sola nación: somos una nación, aunque intereses imperialistas y de las burguesías criollas cortaron al continente en porciones”.

Uno de los ejes de la unión de los pueblos del continente radica en las riquezas naturales que posee: el pulmón vegetal más grande del mundo con la Amazonía, tres de las principales corrientes de ríos del planeta, todos los minerales de la tabla periódica alojados aquí; la gran pregunta es qué es lo que no tenemos, se cuestionó el Embajador.

Lo que no tenemos es la voluntad política, que se ha manifestado, pero todavía con mucha resistencia externa e interna en nuestros países para materializar la verdadera unión, enfatizó, al referirse a los desafíos que aún quedan por delante para mecanismos como la Asociación de Estados del Caribe, la Unión Suramericana, UNASUR o la propia Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.

Convocó a unir más a los pueblos de la región ante la fragmentación cultural impuesta por el capitalismo que ha llevado a ver los problemas de otros países como cuestión ajena.

El dirigente político venezolano denunció la gigantesca contraofensiva imperial oligárquica en todo el continente que busca el aislamiento y la desestabilización interna y mencionó los casos de Argentina, Brasil, los ataques a Ecuador, Bolivia y Venezuela.

“Hay que presentar un frente común para darle un nuevo impulso a la unidad continental, a esa gran nación que es Nuestra América, como la llamó José Martí”, resaltó al referirse a la VII Cumbre de la AEC que comienza mañana y hasta el sábado en la capital cubana.

Al referirse a la vigencia de la declaración que hicieran los mandatarios de la región en la II Cumbre de la CELAC cuando proclamaron a América Latina y el Caribe como zona de paz, se preguntó quién podría estar en desacuerdo con que en nuestras tierras siga reinando el clima de paz que vivimos; a quién convenir que haya violencia, guerra, inestabilidad en la región; “¿a los pueblos, a las fuerzas progresistas?, no”.

“Solo le conviene la inestabilidad y las guerras al imperialismo norteamericano  y a los grades oligopolios  que en ese país dominan la política del gobierno y que tienen una gigantesca industria bélica cuyo mercado son las guerras, la producción de armas”, apuntó.

Se dijo convencido de que llegará el día en que la humanidad alcance tal grado de desarrollo que las armas desaparezcan.

“Pero ese día todavía parece lejano porque no está a la vuelta de la esquina el fin del imperialismo y del capitalismo; mientras, los pueblos tienen que defenderse contra esas realidades y salvaguardar la paz por todos los medios pacíficos”, acotó.

En la conversación de poco más de media hora, el Embajador repasó algunos de los temas cruciales que se verán en La Habana, entre ellos la complementación económica en áreas esenciales para la región como el turismo y la producción de alimentos.

Ambas tendrán un capítulo importante en la cita de La Habana porque todos los pueblos demandan alimentos; hay que buscar la complementación económica y minimizar los pagos en divisas que se convierten en deuda y nuestros países aún son pobres, enfatizó.

“Una moneda exclusiva para el intercambio económico en el Caribe puede y debe ser viable, pero depende de con cuanta velocidad marche la materialización de un conjunto de acuerdos que están en el papel y que solo en parte están caminando”, respondió al preguntársele por otras experiencias, como el Sucre.

Resaltó la necesidad imperativa de que las naciones caribeñas tengan instrumentos eficaces para que las ganancias regionales sirvan para financiar las necesidades propias y las del otro y destacó el Banco del Sur como uno de esos mecanismos existentes y que hay que potenciar pues serviría para enfrentar desastres naturales o necesidades urgentes.

Qué mayor desgracia que la pobreza de buena parte de la región; y son ellos precisamente los que sufren los mayores estragos de los desastres naturales porque tienen viviendas precarias, viven en cerros, o a la orilla de ríos, apuntó.

Para enfrentar los desastres naturales llamó a diseñar mecanismos que con presteza atiendan a los que padecen este tipo de calamidades.

A punto de finalizar el diálogo con la ACN, retomamos el tema de la unidad, tan importante en los momentos cruciales que vivimos. Le pedimos a Alí Rodríguez, viejo luchador bolivariano un mensaje para los mandatarios y jefes de delegación que estarán en La Habana. Lanza una ráfaga y concluye: Nunca descansar en la prédica de que somos una nación.  

(De ACN)