La actual situación que envuelve al gobierno del presidente de facto, Michel Temer, en acciones de corrupción e ilegalidad, pone a contratiempo a un sector golpista que ahora tiene una nueva preocupación: la creciente popularidad de Lula da Silva en cara a las presidenciales de 2018 en el gigante brasileño.

“Sectores golpistas, fuerzas económicas y sociales que patrocinaron el golpe contra Dilma Rousseff necesitan impedir la participación de Lula en las elecciones de 2018, las encuestas demuestran que es el favorito en ganar las elecciones, algo inaceptable para los golpistas, por eso necesitan condenarlo”, así lo manifestó Ricardo Gebrim, abogado e integrante de la organización política Consulta Popular en contacto para “Mientras tanto y por si acaso“, programa transmitido por La Radio del SUR.

Ante este escenario, Gebrim aseveró que la respuesta y la lucha popular que propine el pueblo brasileño impedirá que se concreten las pretensiones de quienes llegaron al mandato mediante maniobras ilegales, las cuales han quedado al descubierto con las recientes declaraciones del propio Michel Temer, quien en una entrevista televisiva reconoció que el proceso de impeachment que destituyó a la mandataria electa Dilma Rousseff se gestó como un acto de venganza del ex titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, después de que el Partido de los Trabajadores (PT) le quitara su apoyo en el Comité de Ética.

En ese sentido, la defensa de Rousseff presentará esta declaración de Temer como prueba. “El Supremo tiene ahora la prueba de que no fueron las irregularidades fiscales las que llevaron a Eduardo Cunha a aceptar el proceso de impeachment, sino la venganza porque ella no cedió a sus chantajes”, había afirmado el abogado José Eduardo Cardozo.

“Fue un acto personal que demuestra la nulidad de todo el proceso, porque si el presidente de la Cámara de Diputados no tenía base jurídica y practicó una retaliación política, eso invalida el proceso”, agregó Gebrim.

El abogado brasileño agregó que en la entrevista televisiva, Michel Temer no pareció mostrar preocupación, “pero en realidad si lo está, debido a los vínculos de él y su gabinete con casos de corrupción en Odebrecht” manifestó.

“Está preocupado por apartar estas denuncias e impedir que este caso le obstruya seguir, hay una presión popular fuerte contra su impopularidad”.

Gebrim señaló que el pueblo brasileño prepara una huelga general donde se prevé se adhieran distintos sectores como el transportista, metalúrgico, bancarios, estudiantil y docente. “Será una manifestación muy expresiva del sector trabajador contra políticas y reformas de Michel Temer”, finalizó. (Pensando Américas-La Radio del Sur)