No solo de béisbol vive Obama

Mar 21, 2016

21 de Marzo, 2016  

Por Mayli Estévez Pérez

  Seguramente al presidente Barack Obama le hubiese complacido más, que sus venerados White Sox, les sirvieran de bocadillo intermedio en su próximo viaje a Cuba. Pero le tocará aupar a los Tampa Bay el 22 de marzo en el Latino habanero, cosa que seguramente nunca se le ocurrió hacer. Y es que como adelanté, lo de Mr. President con los Medias Blancas de Chicago es un romance de antaño. Tanto que la franquicia no dudó en convertirlo en su fanático número uno, claro, también aprovechaban y le daban un empujón monetario al team. No todos tienen al mandatario de Estados Unidos de seguidor.

El presidente norteamericano Barack Obama es considerado el fanático número uno de los White Sox de Chicago.  

Son bastantes conocidos los «desaires» de Obama en su Twitter (@POTUS) al enemigo público de los Medias Blancas, los Cubs de Chicago. No obstante, ha tenido sus momentos de sosiego, como cuando en 2015 los felicitó por llevarse la división ante los Cardenales. Aprovechó esa ocasión para decir que: «estoy alentando a los Cachorros a ganar la Serie». No puede ser demasiado furibundo tampoco con los Cubs, porque la primera dama «juega» en esa novena.

Michelle ya le había explicado al Chicago Sun-Times que: «Somos un matrimonio mixto. Mi padre fue un fanático de los Cachorros, eso es algo mío y de él. Cuando llegábamos de la escuela, el partido andaría por la tercera entrada y José Cardenal estaría de tercer madero, nos sentábamos y miraríamos el juego. Apoyo a todos los equipos de Chicago, pero mi conexión con los Cachorros es fuerte». Así que, tranquilidad en cuanto a temas beisboleros se refiere para la pareja Obama. Aunque es obvio que en la Casa Blanca se habla mucho de béisbol, el deporte que realmente mueve al presidente, es el baloncesto. Otra vez un equipo de Chicago, los Bulls.

Según la revista GQ, Obama se aleja de las «posturas deportivas republicanas»—enlaza a a Ford con el fútbol americano y a Bush, con el béisbol—porque lo de Obama es el deporte de las canastas. ¿Será que los demócratas son como el básquet y los republicanos como el fútbol? Dice Alexander Wolff, escritor de Sports Illustrated, que: «En general, el Partido Demócrata es algo así como el juego de baloncesto, desordenado y hay una gran cantidad de pérdidas de balón. Y el Partido Republicano es como el fútbol, muy reglamentado, y es de arriba hacia abajo. El baloncesto siempre ha tenido un perfil liberal o más diverso que el fútbol, ​​cuyos centros de interés son grandes en el sureste y Texas, territorios muy republicanos».

Y seguramente sea cierto, pero nada de esto tuvo que ver con que el adolescente Obama se enrolara en el equipo de básquet de su secundaria o que se fanatizara con los Bulls. El ahora presidente sigue teniendo sus detallazos en la NBA. Se presenta en los partidos de los Bulls como un «aficionado más», tiene una camiseta con el 44 y su apellido en la espalda, saluda al equipo, y consume unos minutos valiosos de su tiempo apoyando a los suyos. Si le preguntan, contesta como un comentarista bien informado.

«Stephen Curry es el mejor tirador que jamás he visto. Me estoy divirtiendo viéndolo como nadie desde Michael Jordan. Claro, Obama hizo una salvedad, para enfatizar gustos: Hasta Stephen Curry no necesariamente dice que es mejor que Jordan», comentó a la revista Times.

También es el hombre de los chistes. Con el propio Curry ironizaba: «Es un lanzador bastante bueno», y le recordaba un partido de golf que le ganó en Massachusetts. Según Obama, Curry se había quejado de que la presencia del Servicio Secreto le había intimidado durante el match y esta había sido «la razón" de que perdiese. «Para nada», recalcaba Obama.

La verdadera pasión deportiva del presidente Obama es el baloncesto. 

Cuando las elecciones presidenciales del 2016 le tocan a la puerta del despacho oval, Obama sabe que ha de buscar alternativas para su futuro, y mire usted que ha pensando en la NBA.

«Absolutamente. Me encantaría saber qué tipo de equipo pudiera reunir. Me lo he planteado varias veces. Sería algo muy divertido. No serían los Bulls. Respeto mucho a Jerry Reinsdorf. Tiene tres décadas al frente del equipo y conociéndolo muy bien, sé que no está en sus planes hacerse a un lado», diría.

Claro, que sería un castigo enorme para el mandatario norteamericano en su visita a la Isla, que se le ofreciera como «ofrenda de paz», un choque de la Liga Superior de Baloncesto. O quizás no, y esta fuera una buena estrategia del INDER para incentivar una disciplina alicaída, y que se pasea a solas por los escenarios de toda la Isla. A este Obama, que guarda entre sus tesoros personales unos guantes autografiados de Muhammad Ali o que se presenta de imprevisto en un partido de los Bulls, habrá que apuntarle más de un asuntico deportivo. Por ahí se baja de la bestia, se sube las mangas y juega algún tres por tres en Centro Habana.

(Tomado de Vanguardia)