Mercosur en una crisis de gobernabilidad, que pudiera salvar Uruguay
12 de julio, 2016
Por Juan Carlos Díaz Guerrero
La firme posición de Uruguay de traspasar la presidencia pro témpore del Mercosur a Venezuela y de buscar un consenso ante la oposición manifiesta de Paraguay y Brasil pudiera salvar el momento complejo que vive el bloque.
En opinión de expertos, el Mercado Común del Sur (Mercosur) atraviesa quizás por una de sus peores crisis de gobernabilidad en los 25 años que lleva de creado, ante la posibilidad de una posible ruptura de sus tratados constitutivos, de no ocurrir la cesión de mando de Montevideo a Caracas.
Para el Director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio Bartesaghi, ese mecanismo "es hoy en mayor medida un foro político que un proceso de integración".
Su aseveración parte de que "puede comprobarse fácilmente" con el análisis de las normas aprobadas en los últimos años o con el "solo repaso de las agendas de las presidencias del bloque".
El también doctor en Relaciones Internacionales afirma que "parece quedar en el olvido la premisa de que los procesos de integración deberían ser instrumentos para alcanzar el desarrollo de los pueblos".
La víspera en una llamada reunión "informal", los cancilleres Rodolfo Nin Novoa, de Uruguay; Eladio Loizaga, de Paraguay; y los vicecancilleres de Argentina y Brasil, Carlos Foradori y Pablo Estivallet, respectivamente, no lograron consensuar un acuerdo para el traspaso de la presidencia.
En declaraciones a la prensa concluida la reunión Loizaga dijo tener cuestionamientos a la adhesión de Venezuela ante diversos protocolos democráticos y de derechos humanos.
El vicecanciller argentino manifestó, en tanto que "tienen una posición cooperativa para resolver" este asunto, a fin de generar un diseño que permita consolidar el Mercosur, sobretodo en un momento tan crítico en medio de las negociaciones con la Unión Europea.
Para el gobierno de Brasil, dijo Estivallet, está claro que hay "un problema de política en Venezuela", que pone en duda "si las credenciales en este momento para tener la presidencia son las que se esperan".
Nin Novoa, por su parte, ratificó la postura de su gobierno al decir que "cada uno de los países está manteniendo su posición con toda claridad", y anunció un plazo hasta el venidero jueves para que se hagan las consultas necesarias de todos los Estados partes y tomar una decisión.
Delcy Rodríguez, la ministra venezolana del Exterior, no fue invitada a la cita, pero fue recibida por Foradori y Novoa, encuentro que este último evaluó de "fructífero diálogo".
La ministra venezolana del Exterior luego aseguró a periodistas que en los próximos días Uruguay traspasará la presidencia del Mercado Común a su país, tal y como lo establecen sus normas, y agradeció a las autoridades uruguayas por esa disposición.
Explicó que de acuerdo a los tratados constitutivos del bloque subregional el orden en que se produce ese paso es el alfabético por lo que después de Montevideo le corresponde a Caracas.
Rodríguez se refirió a los planes del presidente Nicolás Maduro una vez asumida la presidencia del Mercosur y apuntó que están dirigidos a fortalecer las capacidades y potencialidades productivas y de compra de nuestros países.
Tenemos que ir a un reforzamiento del comercio interno de nuestras naciones y también intrarregional con zonas económicas complementarias como la Comunidad del Caribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, remarcó.
Para así ratificar la visión de las necesidades de nuestros pueblos y de los trabajadores que también conforman el Mercosur, enfatizó.
Para Bartesaghi, pese a la complejidad del escenario, Uruguay deberá cumplir tarde o temprano con el traspaso de la presidencia a Venezuela, porque de no hacerlo "sería un nuevo desvío jurídico que va contra los principios" de su política exterior.
(De PreLa)