Martí y Fidel: Dos grandes hombres de todos y para todos los tiempo
Martí y Fidel No han existido en el mundo dos seres humanos que se asemejen y complementen más que el Apóstol cubano, José Martí, y el líder histórico de la Revolución de esa nación caribeña, Fidel Castro, tanto en sus pensamientos, actuaciones y conductas, como en la virtud de ser previsores del futuro, lo que los ha convertido en hombres de todos y para todos los tiempos.
“Martí te lo prometió y Fidel te lo cumplió” escribió en uno de sus versos el Poeta Nacional de la mayor de las Antillas, Nicolás Guillén, y ciertamente es así porque lo que predijo en el siglo XIX el primero se ha hecho realidad por el segundo en la pasada y presente centuria.
Las ideas de ambos tienen una vigencia permanente, sus luchas fueron y siguen siendo por la verdadera independencia de Cuba y de la Patria Grande, y sus plumas las mejores armas para educar, instruir, combatir al enemigo, y dejar grabado en la historia sus reflexiones para las futuras generaciones.
Martí y Fidel han sido y seguirán siendo antiimperialistas de pura estirpe, nadie más que ellos conocieron y conocen al gigante del Norte brutal y revuelto, y perennemente advirtieron y han augurado del peligro que siempre ha representado para Latinoamérica y el mundo Estados Unidos.
El Apóstol escribió: “Cuba debe ser libre de España y de los Estados Unidos”, precepto que el principal protagonista de la Revolución del 1 de enero de 1959 en la Isla caribeña ha materializado y enriquecido en su largo bregar frente a las agresiones de Washington, y las conocidas conspiraciones de aliados de la Casa Blanca.
Martí señaló: “De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento, y Fidel creó la Batalla de las Ideas para responder con las vigorosas y eficaces municiones de la palabra al poderoso vecino del Norte, sin darle un solo segundo de tregua, y vencerlo con el lenguaje de la paz.
Del Héroe Nacional cubano, Fidel señaló que fue el autor intelectual del Ataque al Cuartel Moncada que él protagonizó en 1953, cuando se reiniciaron nuevamente las luchas por la verdadera independencia que condujeron al triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959 en el más grande archipiélago antillano.
Martí vaticinó: “Por Cuba va a cuajar la emancipación de la América”, y Fidel prendió y mantuvo encendido contra viento y marea ese faro que hoy se irradia desde el Rio Bravo hasta la Patagonia, para nunca más apagarse.
Profeta, como su compatriota escritor, periodista, poeta y revolucionario predilecto, Fidel avizoró en 2003 que los Cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en cárceles norteamericanas volverían a la Patria, y Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, ya regresaron con los suyos.
También el líder histórico cubano vaticinó en 1973 que “Estados Unidos vendrá a dialogar con nosotros cuando tenga un Presidente negro y haya en el mundo un Papa latinoamericano”, precisamente lo que actualmente está ocurriendo. Es impresionante.
Ambos gigantes del pensamiento siempre pusieron sus vidas en peligro por su país y por su deber para impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América.
Tomado de En Defensa Humanidad