#Macri debería pedir perdón a Canciller #venezolana

Dic 15, 2016

Por Ana Hernández Hernández

Los gobiernos títeres de Argentina, Brasil y Paraguay, con guión trazado desde Washington y en actitud desesperada para borrar a Venezuela como presidente pro tempore del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), convocaron en las últimas horas a sesión extraordinaria de ese organismo, obviando por su puesto la presencia de la representación de la tierra del Libertador.

Ello constituyó una violación flagrante de las normativas del MERCOSUR, que surgió, como aparecieron otras, con el propósito de incentivar y arraigar la integración entre de las naciones latinoamericanos  en función de un bien común para los pueblos.

Hasta este 14 de diciembre los cabildeos de estos tres comodines del imperio no han cesado para sacar a Venezuela, una de las potencias económicas del MERCOSUR. Claro está, la copa de la cobardía se colmó cuando la fuerza policial del gobierno que representa Mauricio Macri,  en Argentina, arremetió con violencia contra la canciller de Venezuela y su similar de Bolivia.

Esos actos violan las Convenciones de Viena, referidas a las relaciones diplomáticas, acciones que son escandalosas y denotan falta de decencia, si se tiene en cuenta la agresión física contra Delcy Rodríguez , que según varias fuentes informativas, sufrió fracturas en un hombro como consecuencia de los golpes recibidos por los gendarmes del régimen de Macri.

Además  de las violaciones de todo tipo de convenciones, una vez más se pone de manifiesto el maltrato y la vejación con una mujer, que solo defiende lo que por derecho le corresponde al pueblo de Bolívar y Chávez, pero también de lo que son capaces los gobiernos entreguistas y vendepatria  cuando se encuentran presionados por sus amos, y en ese camino a la sumisión la verdad y la razón se levantan como barreras infranqueables, porque además ellos con sus pensamientos de sietemesinos son incapaces de entender que este continente echó a andar por y para los que nunca fueron escuchados.

Todos los organismos regionales y hasta la misma Naciones Unidas (ONU) deberían pronunciarse, pues nada justifica el empleo de la fuerza en un encuentro internacional y con representantes de gobiernos legítimos, lo que demuestra a las claras que la policía argentina tenía órdenes superiores de cometer estos actos fascistas, propios de dictaduras militares.

Hasta donde los seres humanos, que posen un mínimo de sentido común en esta región o en todo el planeta, pueden apreciar que esos hechos cometidos en Buenos Aires y apoyados por los regímenes títeres de Brasil y Paraguay, no son más que un Golpe en marcha contra MERCOSUR y en particular contra Venezuela, en aras de derrocar la Revolución Bolivariana.

Este vergonzoso acto de violencia policial contra delegaciones oficiales de dos naciones latinoamericanas,  es también una arista más del llamado Plan Cóndor, que busca un renacimiento en la región, cuyo apoyo lo encuentra en mandatarios entreguistas que solo responden a intereses imperialistas  en las ansias desmedidas de Washington por recobrar todo el terreno perdido en la riquísima América Latina.

A estas alturas, si al gobierno argentino encabezado por Macri le quedara un hálito de vergüenza y pudor, debería pedir perdón por la agresión que mandó cometieran contra una mujer, primero, y después con la representante oficial de un país soberano, que por demás es fundador y presidente actual de MERCOSUR. (Pensando Américas)