#Lima, el Concierto de los Pueblos
Por Gustavo Espinoza M. (*)
“Puedo hablar con música de fondo…” alcanzó a decir el Secretario General de la OEA, el uruguayo Luis Almagro antes de huir presuroso y custodiado por sus guardaespaldas, de la Mesa de Honor en la sesión inaugural de la Cumbre de las Américas celebrada este jueves en la mañana en nuestra capital.
Y dijo estas palabras en medio de un estruendoso bullicio desatado en repudio a su presencia, y en rechazo a la troupe de Miami traída por los organizadores del evento para atacar a Cuba. Decenas de representantes legítimos de Cuba, pero también de activistas venezolanos, brasileños, colombianos, bolivianos, peruanos y de otros países; no le pusieron propiamente “música de fondo”, sino que más bien interpretaron el Concierto de los Pueblos que hoy se escucha en nuestro suelo.
La Cumbre de los Pueblos –evento paralelo al esperpento oficial- se inauguró solemnemente el martes 10 por la noche en un encuentro multitudinario celebrado en la Derrama Magisterial. Desde horas antes había congregado a 29 Talleres diversificados para tratar temas cardinales de nuestros pueblos; y anunciado un programa de actividades que se viene cumpliendo en el país.
Intervenciones de fondo, verdaderas ponencias referidas al escenario continental y a las luchas de pueblos y países contra la voracidad del Imperio y los inmensos daños que causa el Neo Liberalismo a las naciones de nuestro continente; se sucedieron ayer en la sede de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil ante un auditorio abarrotado por delegaciones visitantes y centenares de peruanos interesados en el desarrollo del certamen.
Este, en verdad, se ha convertido en una verdadera fiesta en la que se suman cánticos y voces; música y canciones, consignas y acciones; a través de las cuales se expresa la voluntad de los pueblos empeñados en la lucha en defensa de la soberanía de sus Estados, los recursos de sus naciones, y la dignidad y el decoro de millones de hombres y mujeres hermanados en la lucha por la igualdad y la justicia.
Una sensación generalizada de alivio se expresó en amplios segmentos de la vida nacional cuando se supo que Donald Trump no vendría a la cita. Fue ese el puntillazo que se asestó a un encuentro formal marcado por el fracaso desde que el Departamento de Estado Yanqui vetara a Nicolás Maduro, el Presidente de la Venezuela Bolivariana, orden servilmente acatada por Pedro Pablo Kuczynski, y que la administración que le sucediera -presionada por la Mafia Apro-Keikista- no se atrevió a rectificar.
La información referida a la ausencia de 12 países integrantes del ALBA agravó la soledad de los organizadores de la Cumbre Oficial, que hoy jueves 12 se inauguró en medio de incidentes y denuncias.
Las denuncias contra el Imperio y sus adláteres no se hicieron esperar. El discurso del representante del gobierno de Cuba –“no hemos venido a dialogar con terroristas y asesinos”- dejó mudos a los voceros de la Casa Blanca que, virtualmente, no atinaron a responder.
En las últimas horas aparecieron en diversas avenidas de nuestra capital lujosos Paneles contra Cuba. No la habían atacado antes porque querían mostrarse “pluralistas”; pero se desataron ahora porque la ausencia de Maduro le dejó sin el blanco inicialmente escogido para desatar su ira. Pretenden hacer cola de ese modo al discurso de Disneylandia, que al no venir Donald, estará sustentado por Mickey, el Vicepresidente en funciones.
La “Cumbre oficial” tendrá que hacerse a puertas cerradas, si lo que se quiere es “cuidar las formas”, porque “con acceso al público” lo único que se garantiza es un ruido ensordecedor de proclamas antiimperialistas, enfiladas contra Luis Almagro y su cohorte de bedeles.
La Marcha de este 12 de abril contra la política imperial y la jornada solidaria que tendrá lugar el sábado 14 en la Ciudad Universitaria de San Marcos en horas de la tarde pondrán el punto de oro al Concierto de los Pueblos que -como música de Mozart- América está escuchando complacida. (Pensando Américas)
(*) Periodista, historiador y analista político peruano. Es colaborador permanente de Pensando Américas)