Lecturas de la visita de #ObamaenCuba

Mar 23, 2016

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CUBA, 23 de marzo de 2016.- La visita del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama a Cuba estuvo acompañada de visiones y análisis diversos. Medios de comunicación, círculos de académicos y miles de usuarios en las redes sociales, compartieron sus visiones sobre lo que parece ser el acontecimiento más importante del año en la Mayor de las Antillas.

El primer mandatario estadounidense afrodescendiente hizo lo impensable hace más de cinco décadas: restablecer las relaciones diplomáticas,  reconocer al gobierno revolucionario de Cuba y adoptar medidas para  flexibilizar el bloqueo económico, comercial y financiero, las cuales, si bien van encaminadas en la dirección correcta todavía son insuficientes y no modifican la esencia de esa injusta política que se extiende por más de 50 años.

Esta visita, recibida con favorable criterio por  la mayoría del pueblo de Cuba y Estados Unidos, planteó numerosos desafíos para uno de los propósitos que comparten los presidentes de ambos países: vivir de forma civilizada pese a las diferencias.

Sobre este  aspecto, CubaMinrex dialogó con  el profesor Santiago Pérez Benítez, investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), de La Habana, quien accedió a compartir sus puntos de vista sobre este acontecimiento.

“Creo que la visita del presidente Barack Obama ha dado un impulso significativo al cambio de política de Estados Unidos hacia Cuba, que se mostró desde el 17 de diciembre de 2014. Hay un mayor comprometimiento con los cambios anunciados”, señaló el académico.

Asimismo, añadió que el hecho de que venga un Presidente estadounidense a La Habana es importante en el marco del proceso que ya se venía desarrollando.

Según Pérez, además de todas las medidas concretas que la Administración Obama ha implementado: el uso del dólar, la posibilidad de que empresas estadounidenses inviertan en Cuba, el acuerdo anunciado de los hoteles y los que se han firmado en La Habana, no caben dudas de que hay una mayor voluntad política para hacer que los cambios sean irreversibles, tanto del lado cubano como del lado norteamericano. En ese aspecto - subrayó-  “aprecio que hay un cambio en el nivel de implementación de las políticas y además el impacto que esto  ha tenido en la opinión pública estadounidense y mundial”.

Hay un matiz importante aquí y es que el Presidente ha  actuado de acuerdo a la llamada doctrina Obama, comentó nuestro entrevistado.

“La Doctrina Obama tiene más que ver con acciones propiamente de Estados Unidos directamente sobre las sociedades para cambiarlas. Aquí ha habido un clarísimo intento del presidente Obama de influir directamente sobre la sociedad cubana en la lógica de buscar los objetivos que Estados Unidos tiene con Cuba”, alertó el investigador.

En su opinión, son muy pocos los casos en que un presidente viaja a un país con su suegra, su esposa e hijas y ésta, además,  ha sido una clara visita de relaciones públicas hacia la sociedad cubana, que fue  posible  constatar desde el primer día. Ha habido una apuesta por influir en la sociedad cubana, matizada por un intento de borrar la visión antiimperialista que existe en nuestra sociedad y también en el resto de países de  América Latina.

A nuestra pregunta de si estamos más bien ante un cambio de métodos o de los objetivos tradicionales de EE.UU. hacia la Isla, el entrevistado comentó que no hay un cambio en los objetivos porque hay todo un sistema, todo un despliegue de otros resortes de poder en ese país respecto a América Latina y el Caribe.

En su opinión,  hay muchos intereses vinculados con esta política tradicional, que se encuentra en una competencia con otros bloques de poder mundiales y buscan afianzarse en la región latinoamericana y Cuba es un buen ejemplo para mostrar esa nueva imagen.

“Estados Unidos se siente un país excepcional. Ningún presidente ha venido a La Habana a dar lecciones o a hacer preguntas, a interesarse, o poner en sus agendas de conversaciones los temas de los cambios internos en nuestro país. El Presidente Raúl Castro se lo dijo y el Ministro Bruno Rodríguez lo ha dicho varias veces, que ambos temas  son asuntos internos de Cuba. Sin embargo EE.UU. no puede abstenerse de hacer eso, porque hay elementos estructurales, elementos sistémicos, hasta de la propia psiquis norteamericana que consideran que los asuntos de Cuba y de otros países del mundo son asuntos que les atañen”, aseguró el investigador.

En ese sentido, argumentó que la llamada “excepcionalidad norteamericana” es algo con lo que hay que convivir. No se trata de estar de acuerdo con esto. Hay que combatirlo, aunque tampoco se trata de mantenernos en un proceso de hostilidad con Estados Unidos. Solamente hay que conocerlo y hay que evitar que con toda esta proyección sobre nuestra sociedad sean capaces de lograr sus propósitos. Están hablando de darles las posibilidades a los propios cubanos  “para que ellos mismos hagan los cambios en Cuba que Estados Unidos  se ha propuesto”.

Ante la pregunta de si serían reversibles los cambios de la política de Estados Unidos hacia Cuba ante una nueva administración en la Casa Blanca, Pérez Benítez señaló que “se han hecho muchas cosas y en corto tiempo. El presidente Raúl Castro en su declaración a la prensa se refirió a todo lo que se había logrado. También en los Estados Unidos y en Cuba hay un apoyo al cambio de política, en los Estados Unidos más del 50% y en Cuba hay mucho más. Ahí tendríamos el tema de la opinión pública a favor de la continuidad de estos nexos e intereses concretos de ambas partes”.

Hay sectores empresariales que se han expresado, sobre todo del lado estadounidense. El momento político que  vivimos también es importante, al igual que la opinión pública mundial, de la mayoría de los gobiernos de América Latina, y de la inmensa mayoría de los actores internacionales.

“Pero Estados Unidos es impredecible, si bien, al parecer, todo lo que se ha hecho hasta ahora sería para hacerlo irreversible, y esta visita es el punto culminante; yo no creo que necesariamente lo sea porque hay muchas variables en la política de ese país. El propio Presidente Obama, desde que anunció que era un cambio en los métodos y no en los objetivos, ya está planteando posibles futuros conflictos si los cambios en Cuba, como ellos dicen, no se suceden o si surgen provocaciones por parte de la contrarrevolución o si surge cualquier otra situación en el escenario internacional”, alertó el entrevistado.

En su criterio, aun cuando la opinión pública estadounidense es favorable, si a los grandes sectores de poder, que son mucho más amplios de lo que es la figura del Presidente Obama, o del Presidente de los Estados Unidos, no les conviene esta política, ellos  pueden influir en las grandes corporaciones mediáticas  para modificar esa opinión. Por otro lado, tampoco es la opinión pública la que ha decidido la proyección de la política estadounidense  hacia los distintos países, son los intereses concretos de las élites de poder.

Está claro, afirmó, que si un candidato republicano entra a la Casa Blanca van a haber modificaciones en la aplicación de estas políticas. El senador Ted Cruz ha dicho que él retornaría la situación al período anterior porque considera que Estados Unidos ha hecho demasiadas concesiones. En cuanto a Donald Trump, ha tendido a favorecer al menos los primeros pasos de Estados Unidos, en la lógica de que tiene intereses empresariales, comerciales y económicos.

“Yo creo que Cuba debe tener mucha cautela con lo que pueda pasar.  Habría que ver qué haría una administración demócrata, hacia dónde apuntaría; al parecer va haber una continuidad en la lógica de esta política. Aunque Obama, claro está,  le ha puesto de su carisma personal, del hecho de que sea un afrodescendiente, de que sea muy favorable a los temas de igualdad, a los temas de de educación y salud”, señaló Pérez Benítez.

Interrogado sobre cuáles desafíos plantea el cambio de política de Estados Unidos para el pueblo cubano, Santiago Pérez Benítez respondió: “creo que el pueblo cubano siempre ha estado desafiado por los Estados Unidos, por el poder que tiene ese país a nivel global, que es el mayor imperio que ha existido, por sus enormes recursos desde el punto de vista militar. Nunca hay que olvidar que la situación internacional puede cambiar y que siempre hay que estar preparados desde el punto vista de nuestra seguridad”.

Cuba, ante los nuevos retos, siempre ha demostrado inteligencia, prudencia,  pero sobre todo sentido de resistencia, y sentido de identidad nacional como ha ocurrido durante toda su historia. No hay que pensar que estos desafíos sean diferentes a momentos anteriores en los  que hemos salido victoriosos.

“Coincidiendo con los que plantean que podemos estar pasando de un enfrentamiento en el ring de boxeo a una partida de ajedrez, deseo recordar que si bien Cuba ha tenido excelentes campeones de boxeo, también los ha tenido de ajedrez”, concluyó el investigador. (Redacción de Pensando Américas)