La receta del doctor Chiringa Trump contra la Covid-19
Un medicamento con décadas de historia, que el presidente Donald Trump ha promovido con insistencia en las últimas semanas como una posible arma contra el COVID-19, se ha convertido en un estándar de atención en varias áreas de Estados Unidos afectadas por la pandemia, pero los médicos que lo recetan no tienen idea de si funciona, según un reporte de la agencia Reuters.
Se trata de la hidroxicloroquina, perteneciente a la rama de medicamentos llamados antimaláricos. De acuerdo con el sitio rheumatology.org, es usado para prevenir y tratar los ataques agudos de malaria. También se usa para tratar lupus eritematoso sistémico y discoide y la artritis reumatoide en los pacientes cuyos síntomas no han mejorado con otros tratamientos. Otro sitio, el medintensiva.org, apunta que la administración de altas dosis de este medicamento puede ser letal.
No obstante, médicos y farmacéuticos de casi una docena de grandes sistemas de atención médica en Nueva York, Luisiana, Massachusetts, Ohio, Washington y California revelaron a Reuters que habitualmente están utilizando hidroxicloroquina en pacientes hospitalizados por el nuevo coronavirus. Varios reconocieron que no han visto evidencia de que ese medicamento tenga algún efecto sobre el virus.
Los reportes indican que el uso de hidroxicloroquina se ha disparado después de que Estados Unidos encabezara el pasado 26 de marzo la lista de mayor número de contagiados del mundo. El mapa de la Universidad Johns Hopkins, que actualiza los datos diariamente señala que ese país roza la cifra de 400 mil personas contagiadas y la sobrepasará este 8 de abril, y más de 10 mil han muerto.
Enfrentados a esos números y en ausencia de tratamientos eficaces conocidos, médicos de primera línea dijeron a Reuters que comenzaron a usar hidroxicloroquina y la cloroquina relacionada, en pacientes que se están deteriorando, porque algunos pequeños estudios sugieren un posible beneficio. Incluso reconocieron que habían sido presionados por los pacientes para usar las terapias ampliamente promocionadas por Trump.
Incluso el propio presidente dijo este sábado que podría tomarla, aunque según la Casa Blanca ha dado negativo dos veces para el coronavirus. "Solo escuchamos cosas realmente positivas y continuamos recopilando los datos", explicó.
Aunque están descritos los posibles efectos secundarios de la hidroxicloroquina, que incluyen pérdida de visión y problemas cardíacos, los médicos entrevistados apuntaron que se sentían cómodos prescribiendo el medicamento por un período corto para pacientes con coronavirus en estadios leves, porque los riesgos son relativamente bajos y las terapias son económicas y generalmente están disponibles.
Los pacientes ingresados en hospitales en Estados Unidos generalmente están mucho más enfermos que los casos leves citados en esos estudios. Según los médicos, estos factores les han dificultado determinar qué está marcando la diferencia.
Mientras siguen los estudios y la enfermedad se expande, Trump muestra su irresponsabilidad creciente y mal manejo de la crisis sanitaria de su país, y mientras tanto arrecia el bloqueo contra Cuba y Venezuela, al dificultarle el acceso a medicamentos e insumos para combatir esta pandemia.