La CIA y las redes ilegales de comunicación para la subversión en Cuba
A partir del año 2007 la CIA consideró como asunto de primera importancia garantizar el acceso a internet en Cuba, sin control del Gobierno ni de las empresas cubanas de telecomunicaciones
Autor: Raúl Antonio Capote
A partir del año 2007 la CIA consideró como asunto de primera importancia garantizar el acceso a internet en Cuba, sin control del Gobierno ni de las empresas cubanas de telecomunicaciones. Agentes y contratistas viajaron a la Isla con el objetivo de investigar el funcionamiento de las redes ilegales para la conexión a la televisión satelital y, a partir de estudios realizados en el terreno, proponer la forma de convertirlas en redes de acceso a internet.
Como parte del programa ordenaron poner en operación diez equipos BGAN (Broadband Global Area Network) en territorio cubano, lo que según sus cálculos permitiría reducir los gastos para otras actividades. El Instituto Republicano Internacional (IRI) recibió la orientación de evaluar su presupuesto en este sentido y formular recomendaciones a la Usaid con perspectivas a largo plazo.
Uno de los mencionados BGAN fue entregado a un agente de la CIA en La Habana para enviar diariamente, de forma segura, información sobre la capacidad del Minint y del Mincom para detectar las «antenas» ilegales de conexión a la televisión satelital. También requerían información sobre movimientos de tropas de las far en determinadas regiones del país y caracterización de dirigentes y cuadros de la Revolución.
El BGAN permitía establecer redes ilegales de comunicación para la transmisión de datos que enlazarían a su agente con teléfonos celulares y laptops en diferentes lugares de La Habana.
La CIA necesitaba información y, como realizan en infinidad de países considerados de interés para el Gobierno de EE. UU., decidieron garantizar el acceso a la red de redes, no para facilitar el desarrollo sino para afianzar el control, mediante el dominio tecnológico y de los contenidos, los estudios de Big Data, entre otros, así como desarrollar con éxito campañas mediáticas contra Cuba.
Otro elemento de suma importancia para sus planes de dominar el ciberespacio de la Isla y otras actividades de subversión y espionaje, fue la realización de un programa de encuestas, creado por el Gobierno de EE. UU. «Este proyecto constituye una herramienta de planificación estratégica que puede hacer énfasis en la atención que los dirigentes de la Isla ofrecen a temas realmente importantes para la población».
El Instituto Republicano Internacional utilizó diferentes métodos para distribuir las encuestas y recibir resultados importantes sobre estas. Se enfocó en dos audiencias generales:
1- La de la Isla.
2-El Gobierno de Estados Unidos, la comunidad internacional, socios ejecutores de su política y el público en general.
La investigación de la opinión pública que realizó el IRI desempeñó una función importante en el diseño de sus programas. Las encuestas representaron un capital intelectual de valor; sin embargo, su verdadero poder residió en la distribución eficaz de las audiencias a partir de la información recibida.
Los resultados de las encuestas fueron analizados a puertas cerradas con funcionarios del Gobierno de Estados Unidos. En la actualidad constituyen una importante fuente de información para el Grupo Operativo de Internet para la subversión en Cuba.
Fuente: Granma