Ganó el Pacto Histórico, primer triunfo del cambio

Mayo 30, 2022

Por: Manuel Humberto Restrepo Domínguez

Más de 20 millones de personas de cerca de 40 millones habilitadas para votar se presentaron a las urnas, en la más compleja de todas las elecciones de este siglo XXI, en el que el centro democrático del expresidente Uribe ha ocupado de manera continuada el palacio de gobierno y llegado a controlar todos los poderes públicos por cooptación o decisiones con implícita corrupción.

Fue contundente la victoria del pacto histórico que con 8.5 millones de votos obtuvo la mayor votación histórica de un grupo alternativo de poder. La campaña de Petro presidente y Francia vicepresidenta alcanzó la cima electoral más destacada hasta ahora ocurrida en Colombia, donde las élites hace 200 años se adueñaron del poder y ya lo repitieron hoy, que no están dispuestos a perder el país. El gran derrotado fue el candidato del partido en el poder de las entrañas del Uribismo y de quien el presidente Duque en la práctica se convirtió en su jefe de campaña, con alteraciones recientes a la constitución modificando la ley de garantías que impedía la contratación en época electoral y poniendo al servicio del candidato sus recursos institucionales, la intervención deliberante del comandante de las fuerzas militares y la actuación de ministros y jefes de cartera focalizados en contra del candidato Petro, asediado por la matriz mediática parcializada y nada ética. Duque fue derrotado, Uribe fue derrotado, las técnicas del horror de la seguridad democrática fueron derrotadas.

El candidato inesperado, que emergió y creó su espacio como candidato sin partido, recio, macho, fuerte fue Rodolfo, un ingeniero, que repitió incansable como slogan de campaña sacar a las ratas del poder y acabar la corrupción quitándole la chequera a los corruptos. El ocupó el segundo lugar con 6 millones de votos y se apresta a completar los votos faltantes para llegar fortalecido a la segunda vuelta. El denominado centro del candidato Fajardo, otra vez jugó a la política de la confusión, del centro vacilante pero peligroso, con una comodidad por la que le pasaron la cuenta en votos, otra vez, por segunda vez, con la misma estrategia errática e indescifrable, promotora de una actuación camaleónica sin más sentido que estar vigentes.

Viene la preparación de la segunda vuelta, y a pesar de que el candidato perdedor uribista, en sus palabras de cierre ofreció públicamente su apoyo al candidato Rodolfo, el de la anticorrupción, poniéndolo en aprietos y cerrándole ese camino, porque a este ya no le quedará fácil recibir justamente los votos ofrecidos de esa corrupción a la que Petro y Rodolfo juntos acabaron de derrotar. La estrategia Uribista y del gobierno Duque, su bancada en el congreso y funcionarios de altos cargos, resulta perversa y en oportunismo directo, porque le ponen un palo en la rueda a la campaña de Rodolfo, quien no podría aceptarla, ni justificar de ninguna manera que para obtener un triunfo podrá contar cualquier voto de los corruptos a los que acaba de derrotar.

En su discurso de cierre Rodolfo dijo “ganó el país que no puede seguir con los mismos y las mismas” y “que se creían que iban a gobernar internamente”, estos a los que se refería son justamente los del partido en el poder, el uribismo, el gobierno, quienes fueron los grandes derrotados, siempre acorazados por los clanes de la corrupción y directos responsables de los más grandes fraudes y crímenes contra la nación.

Al pacto histórico le queda la opción de seguir su tarea imparable y decidida de cobrar electoralmente en la segunda vuelta, la derrota del régimen del odio, que ya logró y, consolidar su triunfo definitivo en la segunda vuelta. Quizá tendrá que promover uno a uno cada voto nuevo que salga de buena parte de los más de 15 millones de abstencionistas, que el 29 de mayo no salieron a votar y convencer a diversos grupos sociales que el país no se gobierna con slogans, frases de tik-tok, ni descalificaciones y groserías. Miles de campesinos y marginados salieron obligados a votar por el uribismo, que entró en su declive y que ahora quedarán libres para dejar hablar a su conciencia, separarse de los viejos colonialistas, patriarcas, siempre aferrados a políticas de odio y muerte. En síntesis, hay un alto electorado que todavía no ha participado, los votos de Fico representan la corrupción derrotada que nadie puede aceptar y, Rodolfo tiene serios cuestionamientos por corrupción que lo confunden.