Final dramático en #EEUU

Nov 08, 2016

Por César Lévano

Hoy se define en los Estados Unidos no solo quién será presidente, sino también el rumbo de una superpotencia en decadencia pero que sigue pesando en los destinos del mundo. Lo curioso es que en las elecciones de ese país no se elige directamente al primer mandatario. No gana el que tiene más votos, sino el que más votos tiene en el Colegio Electoral, donde los estados tienen diversas cuotas. Para ganar la presidencia se necesitan 270 asientos en el Colegio.

Otro aspecto insólito del sufragio estadounidense es que las elecciones son en día laboral, lo cual dificulta la concurrencia de obreros y otros trabajadores. Eso gravita en el hecho que con frecuencia vota menos de la mitad de los inscritos.

Decisiva en esta jornada va a ser la participación de los latinos. Como se sabe, Donald Trump, el candidato republicano, ofendió a los millones de inmigrantes mexicanos acusándolos de ser violadores y narcotraficantes, y prometiendo construir en la larga frontera con México un muro de concreto que impida el ingreso de drogas y de indocumentados.

Muchas mujeres repudian a Trump desde que se difundió un video del 2005 en el cual se jactaba de poder tocar impunemente a las mujeres en sus partes íntimas gracias a que es millonario y famoso.

Trump tiene, sin embargo, amplio apoyo en el sector menos educado y entre los racistas.

Hillary Clinton, la candidata demócrata, logra en su favor al sector culto de universitarios, sindicatos, afroamericanos, judíos y personas de origen asiático. Un problema que la perjudica es que la gente la ve como integrante de una élite de políticos asociados al poder, las altas finanzas y el conservadurismo internacional.

Una encuesta Gallup de junio de este año indicó que apenas 32 por ciento de los ciudadanos tienen confianza en las 14 instituciones mayores del país, incluidos el Congreso, la Corte Suprema, los bancos, los partidos. El 73 por ciento, en cambio, confiaba en el ejército. Lo cual podría convencer a un fascista que en los Estados Unidos ha sonado la hora de la espada, como pronosticaron para América Latina, en los años 20 del siglo pasado, los poetas Leopoldo Lugones y José Santos Chocano.

Las elecciones de hoy confirmarán sin duda que el Tío Sam reina en un país confundido y dividido.

La analista Peggy Noonan publicó el 11 de febrero de este año en The Wall Street Journal que en ese país de instituciones paralizadas, tensiones racistas, donde los pobres y las clases medias rechazan a las élites, se puede estar incubando una versión soft (blanda) de la Revolución francesa. (Pensando Américas-Diario Uno, de Perú)