9 junio 2016
Por: Jesús Arboleya Cervera
Cuba no es China, eso lo sabemos todos. ¿Qué explica entonces el inusitado interés de las empresas norteamericanas en el mercado cubano?
Una respuesta me la dio hace años un productor de trigo estadounidense: “Es el único país del mundo que entrega un pan diario a once millones de personas”. No obstante, con todo lo cierto que encierra esta afirmación, es insuficiente para explicar lo que acontece. El asunto es más complejo.