En evidencia uso de la fuerza policial en EE.UU.

Jun 10, 2015

Policías de Los Angeles, California, utilizaron fuerza excesiva cuando mataron en agosto a Ezell Ford, un negro desarmado y enfermo mental, indica hoy un artículo del diario The New York Times.

El rotativo aborda la decisión de un comité de supervisión civil del Departamento de Policía de los Angeles el cual concluyó que uno de los agentes implicados en la muerte a tiros de Ford tuvo un comportamiento inapropiado durante el incidente y otro uso su arma de manera incorrecta.

La decisión de la comisión se produjo después de casi tres horas de comentarios del público, con decenas de críticos que calificaron la muerte del afroestadoundiense como el último ejemplo de tácticas policiales excesivamente agresivas contra los hombres negros y latinos.

El panel encontró que los oficiales actuaron incorrectamente cuando sacaron sus armas, y que un oficial también actuó indebidamente cuando se acercó al enfermo mental y saco su arma.

Con anterioridad el jefe de la Policía, Charlie Beck, había justificado la acción y afirmó que sus subordinados habían actuado de manera apropiada.

Ford, un hombre negro de 25 años, fue ultimado por los uniformados el 11 de agosto en el sur de Los Angeles, dos días después que fue baleado Michael Brown en Ferguson, Missouri, hecho que provocó grandes disturbios en ese estado y a nivel nacional.

Steve Soboroff, presidente de la comisión aseguró que las conclusiones del panel se enviarían a la fiscal de distrito, quien desarrolla una investigación independiente y decidiría si se justifican los cargos contra los oficiales.

Los Angeles tiene una larga historia de tensas relaciones entre la policía y las comunidades negras y latinas, y muchos líderes de la comunidad están preocupados de que una sentencia absolviendo a los oficiales pueda desencadenar disturbios.

La urbe californiana fue centro de fuertes choques en 1965 y 1992, en especial por las divisiones raciales existentes.

El 29 de abril de 1992, la absolución de los cuatro policías que habían propinado una brutal paliza a un ciudadano negro desencadenó una ola de disturbios que dejó entre 50 y 60 muertos en Los Angeles.

No muy lejos de allí, en Oakland, el 7 de septiembre de 2010 se desencadenaron graves enfrentamientos después de que un jurado declarase culpable de homicidio involuntario a un policía blanco por la muerte de un joven afrodescendiente.

Los funcionarios del Departamento identificaron a los implicados en la muerte de Ford como los agentes Sharlton Wampler y Antonio Villegas, ambos miembros de una unidad de lucha contra las pandillas.

Según Tritobia Ford, la madre de Ezell, presente durante las deliberaciones del panel, su hijo tenía la capacidad mental de un niño de 8 o 10 años.

Tomado de Prensa Latina