Por: Javier Ortiz
Las comunidades más vulnerables de Brasil perdieron de un golpe más de 7 mil médicos a finales de 2018, a unas semanas de iniciarse el mandato presidencial de Jair Bolsonaro. Todos eran cubanos, contratados bajo el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud (la OPS, con sede en Washington, Estados Unidos). Trabajaban en un país todavía gobernado por Michel Temer, el vicepresidente transformado en mandatario con el apoyo de la oposición en 2016, tras el golpe de estado parlamentario contra la izquierdista Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores.