Científicos enmudecidos ante “sordera diplomática”

Oct 11, 2017

Por Randy Alonso Falcón

Mientras el Gobierno de Estados Unidos sigue aduciendo una alucinante sordera de sus diplomáticos en La Habana para reforzar su política de “guerra fría” contra Cuba; los científicos de ese país enmudecen ante la novela de ciencia ficción que se ha ido tejiendo.

Hasta estas horas, y después de casi un año de que se dieran supuestamente los primeros incidentes de afección de salud de los diplomáticos estadounidenses, que por cierto la AP afirma que en su mayoría eran agentes de inteligencia y no propiamente funcionarios de relaciones exteriores, aún la Casa Blanca no ha mostrado públicamente ni la primera prueba, ni el primer exámen de salud, ni siquiera ha dado la cara la primera víctima.

El pasado 5 de octubre, el periódico The New York Times calificó de “enigma científico” el asunto. El diario entrevistó a varios científicos, expertos reconocidos en acústica, quienes dijeron perplejos que lo aducido por Washington “es una teoría más apropiada para una película de James Bond”

En un artículo de su reportero de temas científicos Carl Zimmer, se afirma que el sonido puede causar molestias e incluso serios daños; pero los científicos dudan que un arma escondida de ultrasonido pueda explicar lo que pasó en Cuba.

“Diría que es bastante inverosímil’, comentó Jurgen Altmann, físico de la Technische Universitat Dortmund en Alemania y experto en acústica. “No conozco efecto acústico alguno que pueda causar síntomas de conmoción cerebral”-dijo el Dr. Altmann. “El sonido a través del aire no puede sacudir tu cabeza”.

Zimmer también refiere en su artículo que el Pentágono ha investigado por décadas en posibles armas no letales basadas en sonidos más allá del espectro audible por los humanos. El Pentágono financió el desarrollo de altavoces para producir sonidos de largo alcance (conocido como dispositivos acústicos de largo alcance (LRAD)). La Marina los utiliza para alejar a los piratas, mientras que el Ejército los despliega en los puestos de control. Recientemente la policía estadounidense las empleó para dispersar las protestas raciales en el poblado de Ferguson.

Pero estas armas funcionan porque emiten un sonido insufrible, y serían demasiado evidentes para usarlas contra los diplomáticos.
Ni infra ni ultrasonidos

Según NYT, armas basadas en los infrasonidos -frecuencia de sonidos que no pueden ser escuchadas por los humanos- no han podido ser desarrolladas hasta ahora, como señala un reporte del National Institute of Environmental Health Sciences.

Más posibilidades de desarrollo, dice el Times, tendrían los ultrasonidos -con frecuencias superiores a los 20 000 hertz, más allá de la escucha humana.Los ultrasonidos pueden provocar daños si se producen con suficiente poder.

Los militares estadounidenses estuvieron investigando sobre armas ultrasónicas, pero que estos proyectos fueron supuestamente abandonados en la década del 90 del siglo pasado, dice el artículo del Times, y añade que aún si alguna otra parte ha tenido éxito en desarrollar armas ultrasónicas, los investigadores afirman que las leyes de la física hacen improbable que un dispositivo puedera dañar desde lejos a los diplomáticos.

“Los Ultrasonidos no pueden viajar una larga distancia”, dijo al New York Times Jun Qin, un ingeniero acústico de la Southern Illinois University. “A más distancia vaya el sonido, más debilitado llegará”. A lo que añade el Dr. Steven L. Garrett, quien enseñó acústica en la Penn State University hasta su retiro el pasado año, que la alta humedad en lugares como La Habana puede debilitar los ultrasonidos aún más.

Una tras otra, los científicos consultados por NYT descartan el uso de una gran arma sónica porque sería demasiado visible, ni un rifle de rayos ultrasónicos o artefactos ultrasónicos plantados en edificaciones, ni siquiera un pequeño emisor colocado en las almohadas, pues sería muy difícil que escapara de la atención de los afectados, dice el Dr. Quin.

Y aun cuando los ultrasonidos pueden causar varios de los síntomas reportados, afirma el artículo del Times, no existe evidencia alguna de que puedan causar lesiones cerebrales, como se ha aducido en el caso de los diplomáticos estadounidenses.

Carl Zimmer concluye su investigación afirmando que “Por todas esas razones, dicen los expertos, que las armas de ultrasonidos no deben estar en la lista de posibles explicaciones para las pérdidas auditivas, dolores de cabeza y otros síntomas que se dice han sido observados en los diplomáticos”.
Ansiedad y falta de pruebas

El Dr.Timothy Leighton, un profesor de acústica ultrasónica y subacuática en Southampton University, a la vez que considera imposible el uso de un arma sónica unidireccional que ataque sólo a determinados objetivos, no descarta que en el caso influyan la ansiedad contagiosa u otros factores sicogénicos.”Si usted crea ansiedad en las personas de que están bajo ataque de una arma ultrasónica, esos pueden convertirse en los síntomas que usted sienta”.

A la falta de explicación científica a un posible “ataque sónico” se unen las dificultades para investigarlo a estas alturas. Señala el NYT que el Dr. Garrett les dijo que si una misteriosa arma ultrasónica de alta tecnología hubiera sido usada, hubiese sido fácil obtener la evidencia cuando el ataque estaba ocurriendo. Apuntó el investigador que los teléfonos Iphone tienen comunmente un apps que permite detectar sonidos ultrasónicos a partir de la sensibilidad de su micrófono.

¿No lo sabían los superpreparados agentes de inteligencia estadounidenses que estaban destacados en La Habana?, valdría preguntarse.

Para el Dr. Garret “Ellos perdieron la aportunidad de encontrar la causa. Será como una porción de Cake”. (Pensando Américas-CubaDebate)