El sabotaje terrorista contra el sistema eléctrico de Venezuela, que ha paralizado vitales servicios de ese país, es una grave amenaza a la vida de sus ciudadanos y un artero ataque a su soberanía, bienestar y tranquilidad, inscrito en la guerra neofascista total que ha impuesto Estados Unido a la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez. Washington ambiciona el petróleo y otros recursos naturales en los que Venezuela es muy rica pero, sobre todo, sueña con destruir a la Revolución Bolivariana y Chavista,