Gobiernos derechistas de América Latina tratan de sustituir bajo el paraguas de Estados Unidos (EE.UU.) organismos integracionistas de esa región basados en la solidaridad, por otros de sustentación capitalista, a la vez que intentan, además, derrocar al legítimo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y a la Revolución Bolivariana que lidera.