#Argentina 2016: tarifazos, desempleo, inflación y muchas protestas
Por Maylín Vidal
Con el temor latente de regresar a aquel 2001, que estalló en una gran crisis social, los argentinos vivieron en este 2016 un fuerte ajuste económico emprendido por el gobierno de Mauricio Macri que trajo tarifazos, desempleo y muchas protestas.
Las medidas económicas del flamante gobernante comenzaron inmediatamente a su llegada al poder, en diciembre del pasado año, y en poco tiempo pagó a los llamados fondos buitres pero endeudó al país en nueve mil 300 millones de dólares y por los próximos 30 años. El pueblo, el argentino de a pie, ha sufrido un drástico ajuste sumado a una alta inflación que hoy sobrepasa el 40 por ciento anual, la caída del PIB anda por el 3,4 por ciento, y los precios en los servicios básicos sumamente acelerados. Solo por citar un ejemplo, hubo un aumento del 500 por ciento en tarifas de electricidad y gas, que generó una dura protesta.
Subieron también los pasajes del metro, los taxis, los alimentos, el estacionamiento, varias empresas cerraron e incluso algunas adelantaron vacaciones a sus trabajadores por la caída de ventas y el impacto negativo de la apertura de importaciones, que golpearon a las pequeñas y medianas empresas.
El descontento social en la calle se siente y se ha hecho visible con protestas encabezadas por varios sectores y gremios. Las centrales obreras lucharon estos 12 últimos meses por la urgente apertura de paritarias, como se les conoce aquí a los convenios salariales, para tratar de buscar una solución a la drástica caída del sueldo.
Pero más que todo, la pelea en las plazas y calles creció por los cientos y cientos de empleados despedidos en empresas privadas y estatales, que vieron de la noche a la mañana cómo su vida dio un giro de 180 grados al perder su trabajo y no tener con qué ni cómo mantener a su familia.
Muchos fueron despedidos por el recorte en las empresas, otros bajo la excusa de ser ñoquis, como se le conoce aquí a los contratados que cobran sin laborar, algunos aludieron que se trataba más bien de discriminación ideológica.
Según cifras difundidas en agosto último por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el desempleo subió a 9,3 por ciento de la población en el segundo trimestre de 2016 y afectó a un millón 165 mil personas.
En octubre la Administración Federal de Ingresos Públicos anunció que más de 127 mil argentinos quedaron desempleados en los primeros nueve meses y el empleo registrado cayó 1,5 por ciento por la eliminación de esa cantidad de puestos de trabajo.
Los conflictos laborales no cesan y para 2017 el panorama no parece mejorar, el sector público reclama urgentes medidas que contrarresten el índice inflacionario pues en estos tiempos vivir en Argentina se hace insostenible, los precios no dejan de subir.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló que la mayor conflictividad es la pérdida del poder de compra, los salarios y los despidos y suspensiones.
En esta nación suramericana, una de las más ricas en recursos naturales en el continente, hoy el 32,2 por ciento de su población económicamente activa se encuentra en la pobreza mientras que el 6,3 por ciento está en la indigencia, según el Indec.
Después de varias manifestaciones en estos meses las organizaciones sociales lograron un gran triunfo: la ley de Emergencia Social que entre ir y venir finalmente fue aprobada por el Congreso.
La ardua pelea del Movimiento Evita, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, terminó en la declaración de la emergencia por tres años que debe beneficiar a 3,5 millones de trabajadores de la economía popular.
LO QUE VIENE EN 2017
Esta nación austral entrará en 2017 con una deuda del Estado Nacional que supera los 264 mil 622 millones de dólares y llega al 53 por ciento del PBI, de acuerdo con cifras oficiales difundidas por el Ministerio de Hacienda y Finanzas.
Desde diciembre de 2015 -cuando asumió el presidente Macri- el aumento del endeudamiento público es de 10 mil 633,6 millones de dólares.
'La gestión financiera de rápido abandono del desendeudamiento está dando sus resultados. En nueve meses, el grado de dependencia del país creció en 11 puntos', reflejó el diario Página 12.
Con este panorama el año venidero -por cierto, de elecciones legislativas-, se prevé complejo.
Subidas de precio en servicios como el gas, la luz, el ABL (Alumbrado Barrido y Limpieza), las rentas, el subte, alimentos como la carne, la telefonía celular, entre otros renglones, serán algunos de los incrementos que marcarán el inicio de 2017, reportó El Destape.
El analista Roberto Navarro, director de ese medio, señaló que ya hay que anotar para sacar cuentas porque será un año difícil sumado a la inflación.
El especialista ahondó en 'el tarifazo escondido que se viene', dijo, y destacó que la subida en 2017 será superior que en el año que recién concluye.
Tras el incremento promedio del 500 por ciento ocurrido en abril, las nuevas alzas de precio que prepara el Ministerio de Energía llevarían la factura de luz a un 850 por ciento más cara, sostuvo. Si antes pagabas 100 pesos de electricidad, en enero pagarás mil 20 pesos. Si pagabas 500 pesos, ahora pagarás cinco mil 100.
'Lo que se viene son tarifazos muy superiores a los que tuvimos este año. Parecerán menores porque ya tienes un porcentaje alto pero sobre ese se multiplica', dijo en su espacio en el canal C5N.
Hubo un alto deterioro del poder adquisitivo en 2016 y en 2017 lamentablemente tal como están planteadas las cosas va a ser peor, enfatizó. (Pensando Américas-Prensa Latina)