Por Ana Hernández Hernández (*)

No pocos son los ojos que estuvieron pendientes de las elecciones en Cuba, y ya hay resultados que contar y trasmitir, sin embargo no los he visto en la llamada “gran prensa”, esa misma que en montones de veces se ha prestado para la jugada sucia de la manipulación y la tergiversación en nombre de la “democracia” cuyos patrones representan.

En estas líneas datos y consideraciones al respecto:   

En horas de la tarde este lunes, la Comisión Electoral Nacional, CEN,  dio a conocer los resultados de los comicios efectuados en Cuba con vista a elegir los Delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular y los integrantes al Parlamento cubano.

Este  evento electoral fue considerado por Alina Balseiro, presidenta del CEN, como un “suceso de pueblo”, en el que a decir de las autoridades electorales, el 82, 90 por ciento se expresó libremente en las urnas, y solo 5.6 por ciento anuló la boleta o la dejó en blanco, para una validez del 94.4 por ciento.
Datos preliminares
•    Electores: 8 millones 926 mil 575
•    Votaron: 7 millones 399 mil 891 (82.90%)
•    Votaron por todos: 80.44%
•    Votación selectiva: 19.56%
•    No votó: 17.10%
•    Boletas válidas: 94.42%
•    Boletas anuladas: 1.26%
•    Boletas en blanco: 4.32%
Con cifras como estas, que son preliminares, los descolocados y quienes han apostado por boicotear nuestra democracia una vez más tendrán que morder el polvo de su derrota, y cuando miles de cubanos y cubanas jóvenes y no tan jóvenes se expresaban desde cualquier parte de la isla, en las Redes Sociales con la etiqueta #PorCuba, me atreví a asegurar que no se trata de slogan, se trata de un compromiso con la Patria y su soberanía.

Pero lo más irrisorio sobre el tema elecciones en Cuba,  salía este domingo del    títere Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA),  el “ilustre” Luís Almagro, cuando dijo que NO reconocería el próximo presidente de Cuba.

Creo que el respaldo trascendental con el que han sido electos los  605 diputados, es suficiente para comprender la absoluta confianza del pueblo en su Parlamento, que es el encargado de aprobar en elecciones de segundo grado al presidente y al Consejo de Estado, no tendrá entonces que venir ningún fetiche a decir si aprueba o No, si reconoce o NO. Sus opiniones no se han pedido, y tampoco hay por qué tenerlas en cuenta porque Cuba es un Estados soberano que no admite injerencias.

Como Secretario General de la OEA, muy bien pudiera el señor Almagro preocuparse por los cabildeos, irregularidades y baños de corrupción que se han denunciado desde Colombia en sus elecciones, lo que pudiera poner en un riesgo mayor del que ya presenta el proceso por la paz en esa sureña nación.

Almagro si no se ha enterado, que se entere en Cuba nomina y elige el pueblo, y no media en el proceso la politiquería de ningún Partido, ni se requiere de marcados dividendos para integrar el Parlamento.
 
Por lo tanto para el “ilustre” Almagro y para otros tan descolocados como él, les dejo como tarea revisen la Constitución Cubana y la Ley Electoral….

http://www.cuba.cu/gobierno/cuba.htm

Almagro nunca es tarde para aprender que los hijos de esta soberana tierra llevamos en el corazón las doctrinas del Maestro cuando expresó: A propia historia, soluciones propias. A vida nuestra, leyes nuestras.

(Pensando Américas)

(*) Periodista cubana colaboradora permanente de Pensando Américas.