25 verdades sobre el disidente cubano Manuel Cuesta Morúa

Abr 09, 2015

Por Salim Lamrani

 El opositor cubano participa en la Cumbre de las Américas los días 10 y 11 de abril de 2015 en Panamá y llevará la palabra de Washington, su principal patrocinador.

1.      Nacido en 1962, Manuel Cuesta Morúa es un opositor cubano, fundador, entre otros, del Partido Arco Progresista de Cuba. También es coordinador de la Plataforma “Nuevo País”, que agrupa a una parte de la disidencia.

2.      Favorable a un cambio de sistema en Cuba, Cuesta Morúa, quien no obstante militó en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), es un feroz detractor del Gobierno y publica regularmente acerbas crónicas en el sitio Cubanet, que recibe subvenciones de la Agencia Estadounidense Internacional para el Desarrollo (USAID), ella misma financiada directamente por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

3.      La Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, NED) financia las actividades de oposición de Cuesta Morúa. La NED fue creada por el antiguo presidente estadounidense Ronald Reagan en 1983, en una época en que la violencia militar había tomado el paso sobre la diplomacia tradicional en los asuntos internacionales. Gracias a su poderosa capacidad de penetración financiera, la NED tiene como objetivo debilitar a los gobiernos que se opondrían a la política exterior de Washington.

4.      Según el New York Times [artículo de marzo de 1997], la NED “se creó hace 15 años para realizar públicamente lo que la Central Intelligence Agency (CIA) ha hecho subrepticiamente durante décadas. Gasta 30 millones de dólares al año en apoyar a partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos en decenas de países”.

5.      En septiembre de 1991 Allen Weistein, padre de la legislación que dio nacimiento a la NED, expresó lo siguiente al Washington Post: “Mucho de lo que hacemos hoy lo hizo la CIA hace 25 años de modo clandestino”.

6.      Carl Gershman, primer presidente de la NED, explicó en junio de 1986 la razón de ser de la Fundación: “Sería terrible para los grupos democráticos del mundo entero aparecer como subvencionados por la CIA. Vimos eso en los años 60 y por eso acabamos con ello. Es porque no podíamos seguir haciéndolo por lo que se creó la Fundación”.

7.      Así, según el New York Times, Allen Weinstein y Carl Gershman, Manuel Cuesta Morúa está financiado por una oficina pantalla de la CIA.

8.      Manuel Cuesta Morúa condenó el ataque al cuartel Moncada del 26 de julio de 1953 que lanzó Fidel Castro contra la dictadura militar de Fulgencio Batista apoyada por Estados Unidos, acción que desató la Revolución Cubana. El disidente fustigó a todos los dirigentes latinoamericanos por viajar a Cuba con el fin de celebrar al 60 aniversario de la sublevación popular en 2013 y hacer, según él, “apología de la violencia”. Según él, “esta alabanza latinoamericana y caribeña es […] una falta de respeto hacia nuestra historia”.

9.      Para Cuesta Morúa la Revolución Cubana, cuyas conquistas sociales son alabadas por las más prestigiosas instituciones internacionales –particularmente en el campo de la salud –, es un fracaso total. Según sus palabras, con el advenimiento del socialismo, Cuba se ha convertido en un “país sin baños públicos, con portales con tres décadas de suciedad, edificios a medio derrumbar, hospitales listos para transmitir infección”.

10.  Según el opositor, el mercado del empleo en Cuba es sinónimo de “regreso de la esclavitud en el trabajo, ahora sin trata negrera”. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) no comparte este punto de vista y al contrario califica el sistema cubano de seguridad social de “milagro” por la protección que brinda a los trabajadores y por la baja tasa de desempleo.

11.  Nelson Mandela, héroe de la lucha contra el apartheid, símbolo del combate por la emancipación humana, rindió homenaje a la intervención cubana en África para ayudar a los movimientos de liberación nacional en Angola y Namibia, entre otros, y al Congreso Nacional Africano (ANC) en su lucha contra el régimen de Pretoria: “Desde sus días iníciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todos los pueblos amantes de la libertad. El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan”.Thenjiwe Mtintso, embajadora de Sudáfrica en Cuba, recordó la verdad histórica a propósito del compromiso de Cuba en África: “Hoy Sudáfrica tiene muchos amigos nuevos. Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez que apoyaban a la Sudáfrica del apartheid. Esos mismos amigos hoy quieren que nosotros denunciemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple, es la sangre de los mártires cubanos y no de estos amigos la que corre profundamente por la tierra africana y nutre el árbol de la libertad en nuestra Patria”.Pero Cuesta Morúa, por su parte, lejos de rendir tributo a la solidaridad internacionalista de su país, denuncia lo que llama “el imperialismo revolucionario hacia el Tercer Mundo”.

12.  Del mismo modo, mientras el mundo entero celebra las misiones internacionalistas humanitarias cubanas por todo el planeta, con más de 50.000 médicos y otro personal sanitario que trabaja voluntariamente en más de 60 países del Tercer Mundo –el ejemplo más reciente la intervención cubana en el oeste de África para luchar contra la epidemia de ébola–, Manuel Cuesta Morúa estigmatiza, al contrario, “el imperialismo revolucionario hacia el Tercer Mundo: en forma de misiones militares o de misiones médicas y educativas”.

13.  Para el opositor “la Revolución Cubana ya no existe” pues “fue, por naturaleza, una revolución conservadora” sin “posibilidades de una modernización social, política y cultural coherente, en consonancia con la dinámica mundial: el feminismo, los negros y el movimiento homosexual y de lesbianas”.[9] Aquí también Cuesta Morúa contradice a las más eminentes instituciones internacionales que multiplican las alabanzas a Cuba por su política de integración de las minorías. A guisa de ejemplo, hay unanimidad entre los estudiosos para reconocer que la Revolución Cubana ha sido sinónimo de emancipación de la mujer. Con una esperanza de vida de 80 años, una tasa de mortalidad infantil de 4,6 por mil, una tasa de mortalidad materna de un 0,02%, una tasa de fecundidad de 1,5 hijos, un salario estrictamente igual al del hombre por un empleo similar, un derecho a una pensión plena después de 30 años de cotización, la mujer cubana goza de un estatus único entre los países en vía de desarrollo. También representa el 60% de los estudiantes, el 44% de la población activa, el 66,4% de los técnicos y profesionales del país de nivel medo o superior (profesores, médicos, ingenieros, investigadores, etc.), el 66% de los funcionarios civiles, el 46% de los cargos de dirección en el sector económico y el 48,66% de los diputados del Parlamento nacional.

14.  Para Manuel Cuesta Morúa, la hostilidad de Estados Unidos hacia Cuba es una fabricación de las autoridades de La Habana: “El gobierno cubano construyó un enemigo formidable para enmascarar un régimen autoritario”.[10] Así, la invasión de Bahía de Cochinos de 1961, la amenaza de desintegración nuclear en 1962, el financiamiento del terrorismo contra Cuba (3.478 muertos y 2.099 discapacitados), las sanciones económicas, la agresión política, diplomática y mediática sólo son un “muro narrativo” inventado por “el régimen cubano”.

15.  Según él la política de Estados Unidos hacia La Habana desde 1959 “ayudó a poner de relieve el tema de los derechos humanos en Cuba”.

16.  Manuel Cuesta Morúa está a favor de la Ley de Ajuste Cubano que adoptó el Congreso de Estados Unidos en 1966, destinada a fomentar la emigración ilegal y el robo de cerebros. Única en el mundo, estipula que todo cubano que entre legal o ilegalmente a Estados Unidos, pacífica o violentamente, después del 1 de enero de 1959, consigue automáticamente al cabo de un año y un día el estatus de residente permanente. Para el disidente, la eliminación de dicha legislación “sería contraproducente para el control legal del flujo migratorio”.

17.  Manuel Cuesta Morúa minimiza el impacto de las sanciones económicas contra la población cubana. Según él se trata de un simple “embargo” y no de un “bloqueo” y omite señalar así el carácter extraterritorial, es decir contrario al derecho internacional, del estado de sitio impuesto a la isla desde 1960.

18.  El disidente cubano está cercano a los círculos de poder estadounidenses. Intervino ante el Senado a invitación del senador Marco Rubio, acérrimo opositor a todo acercamiento a Cuba y exigió que se dejara de “culpar al vecino del norte por los problemas de la isla”.  Según él las sanciones económicas son una excusa del Gobierno cubano para justificar las dificultades que enfrenta el país, contradiciendo así a la comunidad internacional que condenó en 2014, con abrumadora mayoría de 188 votos contra 2 (EE.UU. e Israel), por vigesimotercer año consecutivo, el estado de sitio impuesto a los cubanos, que constituye el principal obstáculo al desarrollo de la isla.

19.  Según Cuesta Morúa el acercamiento entre Washington y La Habana constituye una “victoria estratégica de los Estados Unidos frente al Gobierno cubano”.[15] El presidente Obama, por su parte, no comparte este punto de vista y reconoce que la política de hostilidad hacia Cuba ha sido un fracaso total: “Vamos a poner fin a un enfoque obsoleto que ha fracasado durante décadas en promover nuestros intereses. […] Ninguna nación nos ha seguido en la imposición de esas sanciones. […] Después de todo, esos últimos cincuenta años han demostrado que el aislamiento  no ha funcionado. Es tiempo de adoptar un nuevo enfoque. […] La política estadounidense hacia Cuba ha aislado a Estados Unidos de sus socios regionales e internacionales, ha limitado [la] capacidad de influencia en el continente americano”.John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, comparte el análisis: “No sólo esta política ha fracasado […] sino que también ha aislado a Estados Unidos en vez de aislar a Cuba”.

20.  El disidente cubano es un gran admirador del modelo estadounidense. Según él “el modelo de éxito y bienestar, y no solo para la generación de nuestros hijos, radica en los Estados Unidos. Muchos de nuestros padres y abuelos viajan allí para insertarse en la generosa estructura de seguridad social que se ofrece en aquel país para los ancianos”.[18] Poco importa si todos los indicadores contradicen esta afirmación. A guisa de ejemplo, según las estadísticas oficiales, mientras Estados Unidos es el país más rico del mundo, al menos el 14,5% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, o sea 45,3 millones de personas. Del mismo modo el 19,9% de los niños menores de 18 años sufren pobreza.

21.  Manuel Cuesta Morúa denuncia a los países de la nueva América Latina, a saber, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Brasil y Argentina y fustiga “el antinorteamericanismo histórico de la región [que] […] pospone […] la defensa íntegra de los valores democráticos en el hemisferio”. Según él ninguno de los presidentes que llegaron al poder mediante escrutinios reconocidos por su transparencia por las instituciones internacionales es legítimo: “¿Cree alguien de verdad que la Kirchner, o los Lula, Correa, Morales, Ortega y Maduro son demócratas?”

22.  En cambio el disidente cubano rinde homenaje a la Organización de Estados Americanos, “única organización […] que cuenta con mecanismos consolidados, con una referencia y una experiencia tradicional”.No obstante esta entidad, tradicionalmente sumisa a Estados Unidos al punto de recibir el apodo de “Ministerio de las Colonias”, suscita un rechazo creciente en América Latina, en beneficio de nuevas estructuras de integración basadas en la igualdad soberana y la reciprocidad como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), fundada en 2011, que agrupa a los 33 países del continente americano –más allá de las diferencias políticas e ideológicas– con la excepción de Canadá y Estados Unidos.

23.  De hecho Manuel Cuesta Morúa expresa su oposición a los procesos de integración en América Latina si no se realizan bajo la tutela estadounidense. Para él la CELAC es un “fantasma político de reciente estreno”, “sin mecanismos, instituciones, [ni] representatividad política”, “de la que nadie en su sano juicio hablará en largo rato, si acaso lo hace en el futuro”.

24.  Desde 1959 uno de los principales pilares de la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba ha consistido en organizar, asesorar y financiar a una oposición interna con el fin de conseguir un “cambio de régimen”. Si esta política fue clandestina de 1959 a 1991, ahora es pública y está asumida por Washington. Así, la ley Torricelli de 1992, la ley Helms-Burton de 1996, la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre en sus informes de 2004 y 2006, prevén un financiamiento de la oposición interna en Cuba que llega a 20 millones de dólares anuales.

25.  En una palabra Manuel Cuesta Morúa, que reside en Cuba y se beneficia de todas las ventajas del sistema de protección social del país, es un disidente vinculado al poder estadounidense mediante la NED, una oficina pantalla de la CIA que contribuye financieramente al desarrollo de sus actividades de oposición al Gobierno de La Habana.

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba, the Media, and the Challenge of Impartiality, New York, Monthly Review Press, 2015, con un prólogo de Eduardo Galeano. http://monthlyreview.org/books/pb4710/ Contacto:lamranisalim@yahoo.fr ; Salim.Lamrani@univ-reunion.fr Página Facebook:https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

Tomado de Al Mayadeen